Cuento El Flautista de Hamelín
En el norte de Alemania, una plaga invade a una pequeña ciudad desatando el caos entre sus habitantes. La tranquilidad se ha perdido y los pobladores les exigen a sus autoridades que solucionen el problema. De repente aparece un misterioso personaje que se ofrece a exterminar los roedores al que llamarían El Flautista de Hamelín. Si quieres conocer cómo lo hizo, te invitamos a disfrutar esta historia.
Historia del Flautista de Hamelín
En la encantadora ciudad de Hamelín, la vida transcurría de manera pacífica. Este pintoresco lugar estaba rodeado de un hermoso río que, en sus riberas, ofrecía bellos paisajes; las casas parecían sacadas de un cuento fantástico. Pero un día, la tranquilidad se vio interrumpida por la presencia de muchos animalejos peludos: un montón de ratas.
Los roedores se veían caminar por las calles, en los jardines, las casas; no había ningún rincón sin ellas. Eran tan traviesos que espantaban a los gatos y perros, también devoraban todo lo que encontraban, incluso los deliciosos quesos que se guardaban en las despensas. Los daños que ocasionaban era tremendos, se colaban a las cocinas para acabarse la comida y luego correteaban a los niños hasta asustarlos.
Los habitantes de Hamelín, fastidiados de los estragos que hacían los malvados invasores, decidieron reunirse en el ayuntamiento para exigir a las autoridades una solución. El alcalde, visiblemente preocupado, les expresó la necesidad de poner fin al problema. Fue en ese momento cuando un extraño personaje irrumpió en la reunión, dejando a todos asombrados.
El misterioso hombre llevaba una rara capa de cuadros multicolores que lo envolvía desde el cuello hasta los pies. Era alto y delgado, con unos ojos azules muy pequeños. Su cabello lacio y rubio resaltaba de su cara tostada por el sol. En el rostro del fuereño no había ningún rastro de barba ni bigote; solo se apreciaba una afable sonrisa.
Esa persona de aspecto agradable les ofreció su ayuda a cambio de unas cuantas monedas. Se presentó como «El Flautista Mágico» y afirmó poseer un don especial que le permitiría deshacerse de los animales invasores. El instrumento musical que colgaba en el cuello del visitante despertó la curiosidad del gobernante y sus compañeros.
Después de aceptar la propuesta del forastero, la gente vio cómo tomaba su flauta y comenzaba a entonar una hermosa melodía que atrajo a los pequeños intrusos desde sus escondites. Las bellas notas resultaron tan cautivadoras para las ratas que empezaron a congregarse alrededor del músico. Luego lo siguieron hechizadas, no sabían que iban directo a la perdición.
Cuando llegaron a las orillas del río, todas saltaron al agua sin poder librarse del encantamiento. Gracias a su fortaleza, una de ellas se salvó de ahogarse y comprendió que había caído en la trampa del flautista. Ya en Ratilandia, le contó a su amigos y parientes que esas lindas melodías eran capaces de robarles la voluntad. Los roedores corrieron asustados a ocultarse en las profundidades de la tierra para escapar de aquel peligro.
Más tarde, el flautista se dirigió muy contento rumbo a Hamelín. Iba a reclamar la recompensa que las autoridades le prometieron si lograba erradicar la plaga. Al entrar en el ayuntamiento se encontró con una desagradable sorpresa: el alcalde y los concejales se negaron a cumplir el trato porque las ratas habían abandonado la ciudad y ya no eran ningún problema.
El músico sintió una gran decepción con aquella actitud tan despreciable. Aborrecía las personas deshonestas, se arrepentirían de haberse burlado de su buena fe. Antes de marcharse, les advirtió que regresaría a darles una lección, el edil y sus secuaces pensaron que se trataba de una simple broma. Estaban equivocados, su soberbia y avaricia iba a costarles muy caro.
El hombre de la colorida capa, sin decir más, se alejó lleno de furia; estaba decidido a vengarse. De pronto brotó una nueva melodía de su fantástico instrumento y un murmullo de vocecitas empezó a escucharse. Era el Flautista Mágico entonando bellas notas que endulzaban los oídos de los niños invitándolos a dejar sus hogares. Fue entonces que el alcalde comprendió su error, era demasiado tarde para remediarlo.
Los padres vieron que sus hijos corrían hacia donde estaba el músico y lo seguían embelesados sin oponer alguna resistencia. La noticia se propagó de inmediato y todos salieron a buscar a sus pequeños pero nunca los encontraron. Solo hallaron a un niño que cojeaba al caminar y se había quedado muy atrás del grupo, él mismo les contó lo que había sucedido.
Confesó que en su fascinante melodía, El Flautista les prometía que iba a llevarlos a un lugar maravilloso donde abundaban los manantiales cristalinos. En esa tierra crecían grandes árboles frutales y bellas flores con diferentes tonalidades. También vivían gorriones de colores brillantes, perros muy veloces, abejas sin aguijón y caballos alados. En realidad, habían desaparecido al entrar en un extraño portal que se abrió como por arte de magia.
El músico nunca más volvió a mirarse en aquellos rumbos. Tampoco se supo nada de los niños que quedaron atrapados en las entrañas de esa monstruosa montaña. Los padres y el alcalde aprendieron una lección dolorosa: las promesas rotas traen consecuencias devastadoras. Muy tarde entendieron que su codicia y deslealtad les arrancarían para siempre sus seres queridos.
Mensajes y reflexiones en El Flautista de Hamelín
- La importancia de cumplir promesas: Este cuento nos enseña que es necesario respetar nuestras promesas. El incumplimiento de la palabra puede acarrear graves consecuencias.
- La codicia y la traición: La avaricia y deslealtad de las autoridades resultaron más perjudiciales que las ratas, pues terminaron arrebatándoles a sus hijos.
- El poder de la música: La historia resalta que las bellas melodías pueden despertar grandes emociones y resolver cualquier tipo de problema.
Preguntas para comprensión lectora
Sobre el origen y autor del Flautista de Hamelín
Esta historia clásica tuvo sus raíces en la tradición oral germana. Los hermanos Grimm la recopilaron en el siglo XIX. Jacob y Wilhelm, fueron dos destacados folcloristas y escritores alemanes que se hicieron famosos con su colección de cuentos populares. Son los autores de Cenicienta, Blancanieves, Caperucita Roja y por supuesto El Flautista de Hamelín.
Cinco curiosidades acerca del Flautista de Hamelín
- Aunque esta narración es un cuento popular, se cree que tiene una base histórica. Algunos sugieren que podría estar relacionado con eventos reales, como una emigración masiva o una plaga de peste.
- La ciudad de Hamelín en Alemania es un lugar real que ha adoptado la historia del flautista como parte de su identidad. Actualmente pueden encontrarse monumentos conmemorativos de este cuento.
- El flautista es a menudo retratado como un personaje misterioso y ambiguo en las adaptaciones de la historia. No siempre representa a un villano, a veces asume el rol de un antihéroe.
- Este relato ha sido adaptado en numerosas formas a lo largo de los años, incluyendo películas, obras de teatro y libros para niños. Cada versión le da su propio giro a la historia.
- Este cuento de los Hermanos Grimm ha inspirado a músicos y compositores a crear melodías basadas en su historia. Una de las más famosas es la ópera El Flautista Mágico de Mozart.
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